Episiotomía en el parto: cuándo es necesaria y cuidados esenciales

La llegada de un bebé es un momento único, lleno de ilusión y también de interrogantes sobre el proceso del parto. En ciertas circunstancias, para asegurar un alumbramiento seguro y minimizar riesgos de desgarros severos, el equipo médico puede considerar la episiotomía. Para muchas futuras madres, este procedimiento genera preguntas e incluso cierta ansiedad.

Descubre qué es la episiotomía, en qué situaciones se vuelve una necesidad y, lo más importante, cómo brindar los cuidados esenciales para una recuperación postparto tranquila.

¿Qué es la episiotomía y por qué se realiza en el parto?

La episiotomía es el corte realizado por el médico o enfermera obstetra en el periné (región entre la vagina y el ano) durante el nacimiento del bebé en el parto normal.

Cuando la cabeza del bebé ya está coronando a través de la abertura vaginal, se realiza esta incisión de entre 2 y 4cm para facilitar la salida del bebé y, en situaciones específicas, proteger la salud y el bienestar de la madre al evitar desgarros más extensos y de consecuencias potencialmente más complejas.

Actualmente, se sabe que los riesgos causados por la episiotomía superan sus beneficios.

¿Cuáles son los tipos de episiotomía?

Existen diferentes técnicas quirúrgicas para realizar la episiotomía durante el parto vaginal. Las dos más comunes son la mediana y la mediolateral.

• Episiotomía mediana: En este procedimiento, el corte se realiza en el periné en la línea media, en dirección al ano.
• Episiotomía mediolateral: La incisión se hace a partir del punto de encuentro entre los labios vaginales y se dirige hacia el lado derecho, formando un ángulo entre 45 y 60 grados. Esta técnica es la más usada cuando la episiotomía está indicada, pues resulta en un menor número de lesiones cuando se compara con la técnica mediana. No obstante, garantizar la precisión del ángulo durante el parto del bebé puede ser desafiante.

¿En qué situaciones es necesaria la episiotomía durante el parto?

La episiotomía no es una práctica rutinaria y no es necesaria en todos los partos. Por lo general, el equipo médico siempre priorizará evitar el desgarro en el parto para mantener el periné íntegro. Sin embargo, se recurre a la episiotomía en situaciones específicas donde el periné se distiende poco –es decir, no se estira tan fácilmente– y tiene riesgo de desgarrarse, como las siguientes:

• Prevención de desgarros perineales graves: Cuando el periné presenta una elasticidad limitada y existe un alto riesgo de desgarros de grado 3 o 4, que son aquellos que afectan al esfínter anal y pueden tener consecuencias a largo plazo en la continencia.
• Partos instrumentados: En partos donde se requiere la asistencia de instrumentos como fórceps o ventosa para facilitar la extracción del bebé, y representan más riesgo de desgarro perineal. La episiotomía puede crear más espacio y reducir el riesgo de desgarros irregulares y extensos.
• Sospecha de sufrimiento fetal: Si durante los pujos se detectan signos de que el bebé no está tolerando bien el proceso de parto, la episiotomía puede ayudar al bebé a salir de forma más rápida.
• Presentación fetal compleja: En ciertas situaciones donde la posición del bebé dificulta el parto vaginal, una episiotomía controlada puede ser necesaria para facilitar la salida.

Es importante que el procedimiento se haga solo en casos de real necesidad, garantizando el bienestar de la madre y del bebé.

¿Y si soy primeriza, es siempre necesaria?

Si bien es verdad que las mujeres que dan a luz por primera vez pueden experimentar una menor distensibilidad del periné y menor diámetro vaginal, esta intervención no siempre es necesaria. La decisión de realizarla dependerá de la evaluación individualizada de la elasticidad del periné durante el trabajo de parto y del progreso del nacimiento.

Existen medidas que puedes tomar durante las semanas previas al parto, ejercicios para hidratar y favorecer la elasticidad del periné o suelo pélvico, con la aplicación de aceites y cremas hidratantes. Si bien estas prácticas no garantizan evitar la necesidad de un corte o un desgarro, pueden ser de gran ayuda. No dudes en consultar a tu obstetra para que te explique detalladamente en qué consisten estas técnicas y si te las recomienda específicamente.

¿Sentiré dolor durante la episiotomía?

En caso de que tengas un parto con epidural, no notarás dolor durante su realización ya que la zona estará anestesiada.

Si por lo contrario, tu parto es sin epidural, es posible que percibas el corte mientras la obstetra lo está realizando. Aun así, la sensación podría ser menos intensa que el dolor de la contracción y el momento del coronamiento de la cabeza del bebé. Esto se debe a que la intensidad del dolor propio del parto en ese instante puede enmascarar la sensación del corte.

¿Cuáles son las consecuencias de la episiotomía?

Cuando se realiza de forma inadecuada o innecesaria, puede acarrear diversas consecuencias negativas para la mujer. La falta de consentimiento para la realización del procedimiento puede resultar en un corte mal hecho, dificultando la cicatrización y causando dolor e incomodidad.

También podría causar problemas de incontinencia fecal o de gases debido a daños causados por el corte. Durante el período de recuperación, la episiotomía puede aumentar el dolor en el periné y llevar a la formación de fibrosis local, lo que puede resultar en dolores crónicos después de la cicatrización.

¿Cuánto tiempo demora en cicatrizar esos puntos?

El tiempo necesario para la cicatrización de los puntos de la episiotomía puede variar de mujer a mujer, no obstante en la mayoría de las veces, lleva en promedio de 15 a 20 días. Pero se recomienda el reposo y resguardo por 30 a 40 días, pues el roce local puede llevar a la apertura de los puntos.

Además, la fisioterapia especializada en la salud de la mujer puede utilizar técnicas manuales, ejercicios y dispositivos para fortalecer y alargar la musculatura pélvica, ayudando en la recuperación de las fibras musculares y disminuyendo la incomodidad y el dolor asociados a la episiotomía. Es importante que los ejercicios sean orientados por un fisioterapeuta especializado para garantizar la eficacia y seguridad del tratamiento.

¿Cuáles son los cuidados para la recuperación de la episiotomía?

La episiotomía pude ser un poco molesta por la zona en la que se encuentre, pero la recuperación normalmente es rápida si se siguen los cuidados adecuados. Para facilitar este proceso y prevenir complicaciones, es importante seguir estas recomendaciones:

• Higiene: Lava suavemente la zona de la episiotomía con agua tibia y jabón neutro después de cada vez que vayas al baño y al menos dos o tres veces al día. Evita el uso de jabones perfumados o geles agresivos que puedan irritar la zona. Para prevenir infecciones, seca la zona con toques suaves utilizando una toalla limpia y suave.
• Evitar la presión: Intenta evitar estar sentada durante períodos prolongados directamente sobre la zona de la episiotomía. Utilizar un cojín de lactancia o un cojín en forma de donut puede aliviar la presión y hacer que te sientas más cómoda.
• Ropa interior: Utiliza ropa interior de algodón que sea holgada para permitir una buena ventilación de la zona y evitar la humedad y la fricción que pueden dificultar la cicatrización aumentar el riesgo de infección. Evita la ropa interior ajustada o de materiales sintéticos.
• Cuidados bajo supervisión médica: Tu médico obstetra puede recomendar el uso de pomadas cicatrizantes específicas que puedan ayudar a la regeneración de los tejidos, analgésicos de venta libre para aliviar el dolor y el malestar o como compresas frías para reducir la hinchazón. Realiza todo siempre bajo supervisión médica.

En el posparto, ¿hay alguna señal de alerta en relación con la episiotomía?

En el posparto, es esencial tener cuidado con la episiotomía y observar cualquier señal que pueda requerir atención médica, como:

• dolor intenso que no mejora con el uso de analgésico
• apertura de los puntos
• sangrado abundante
• cambios inusuales en la zona de la episiotomía

En casos poco frecuentes pueden surgir hematomas superficiales, que generalmente se reabsorben solos, o hematomas profundos, que pueden requerir drenaje por parte del personal médico. Así que, presta atención a cualquier signo de enrojecimiento que se extienda, hinchazón excesiva, secreción con mal olor, pus o fiebre. Si experimentas alguno de estos síntomas, consulta a tu médico de inmediato, ya que podría haber una infección que requiera tratamiento.

En el parto, la salud y el bienestar tanto de la madre como del bebé son prioridad. Es esencial que cada mujer sea informada sobre la episiotomía, sus riesgos y beneficios, para que pueda tomar la decisión de forma consciente, además de contar con un parto más seguro.