¿Por qué debes tomar ácido fólico antes del embarazo?

¿Estás pensando en quedar embarazada? Cuidar tu nutrición desde antes de la concepción puede marcar una gran diferencia. Uno de los nutrientes más importantes en esta etapa es el ácido fólico, también conocido como vitamina B9.

Este nutriente cumple funciones clave desde los primeros días de gestación, cuando el sistema nervioso del embrión comienza a formarse. Además, durante el embarazo, el cuerpo necesita más ácido fólico para acompañar el crecimiento de tejidos como el útero y la sangre.

¿Por qué es tan importante el ácido fólico antes de concebir?

El tubo neural del bebé —que luego se convertirá en su cerebro y médula espinal— comienza a desarrollarse en las primeras semanas de embarazo. Lo curioso es que esto ocurre muchas veces antes de que la mujer sepa que está embarazada.

Por eso, se recomienda comenzar la suplementación con ácido fólico antes de la concepción. Incluso si el embarazo no está planificado, este enfoque preventivo puede ayudar a reducir el riesgo de malformaciones congénitas y favorecer un desarrollo fetal saludable desde el inicio.

Beneficios clave del ácido fólico en el embarazo

• Prepara el cuerpo para los cambios del embarazo.
• Previene malformaciones del tubo neural.
• Contribuye a la producción de glóbulos rojos.
• Apoya el desarrollo celular saludable.
• Apoya el crecimiento de tejidos maternos como el útero y la placenta.

¿Cuándo empezar a tomar ácido fólico?

Lo ideal es comenzar al menos 4 semanas antes de la concepción. Generalmente, se recomienda un suplemento diario de 0,4 mg de ácido fólico desde que se busca concebir y durante el primer trimestre. Si estás planificando tu embarazo, este es el momento de actuar.

¿Y si no lo planificaste tomar ácido fólico? No te preocupes. Una alimentación variada puede ayudarte a cubrir parte de tus necesidades. Consulta con tu médico para evaluar si necesitas suplementos prenatales.

Alimentos ricos en ácido fólico para la preconcepción

Una dieta equilibrada puede ayudarte a acumular reservas de ácido fólico. Aquí tienes algunas fuentes naturales:

• Hortalizas de hoja verde: espinaca, lechuga, repollo, berros.
• Verduras: remolacha, zanahoria.
• Legumbres: lentejas, garbanzos, maíz.
• Frutas: naranja, frutos rojos.
• Huevos: especialmente la yema.
• Carnes: hígado de ternera, carnes rojas y blancas.
• Quesos pasteurizados: como el Camembert.
• Cacao: sí, ¡el chocolate también suma!

¿Necesitas un examen pregestacional?

Antes de quedar embarazada, es recomendable hacerte un chequeo pregestacional. Un análisis puede ayudarte a detectar deficiencias nutricionales y definir si necesitas suplementos. Esto es especialmente importante si sigues una dieta vegetariana o tienes condiciones médicas específicas.

Prepararte antes de concebir es una forma de cuidar tu salud y la de tu futuro bebé. Cada paso que das hoy, por más pequeño que parezca, construye un comienzo lleno de bienestar. Recuerda que, si tienes alguna consulta sobre tu alimentación, no dudes en hablar con tu profesional de la salud.